Se dice que una persona es estoica cuando es fuerte ante el dolor. El estoicismo es algo que he ido logrando adquirir en el programa. En lugar de dejarme consumir por el dolor y buscar la lástima de los demás o castigarlos por mi frustración, lo que he aprendido es a manejarlo inteligentemente y mi tolerancia frente a él es mayor. No soy inmune al dolor y sé que de vez en cuando tendré que enfrentarlo. Al-Anon no me promete una vida perfectamente feliz, pero me da las herramientas para enfrentar la inevitable adversidad. Entonces el sufrimiento ya no es un destino inexorable, sino algo opcional que dependerá de mi capacidad para hacerle frente usando principios espirituales.
Si he de sentir dolor, no buscaré aliviarlo trasmitiéndolo a otro. Herir a otra persona no calmará mi pesar. Tampoco lo hará el que ande con una cara larga o el que le cuente a todo el que me encuentre en el camino mi triste historia. Una mejor solución es volverme a mi Poder Superior y a la hermandad quienes, además de comprenderme, sí pueden darme un consuelo y guía efectivos.
Una alta tolerancia al dolor es cada vez más rara de encontrar y por ende hay mucha frustración por doquier. Muchas personas se han vuelto presa fácil del raquitismo emocional. Ante la imposibilidad de asegurar que todo siempre saldrá de acuerdo a nuestros deseos, la mejor alternativa es aprender a aceptar lo que no podemos cambiar y sobreponerse al dolor. De esa manera, el dolor lejos de volverse un enemigo nos fortalece y mejora como personas. Ese dolor se convertirá en vehículo para llevar alivio a otros.
Si he de sentir dolor, no buscaré aliviarlo trasmitiéndolo a otro. Herir a otra persona no calmará mi pesar. Tampoco lo hará el que ande con una cara larga o el que le cuente a todo el que me encuentre en el camino mi triste historia. Una mejor solución es volverme a mi Poder Superior y a la hermandad quienes, además de comprenderme, sí pueden darme un consuelo y guía efectivos.
Una alta tolerancia al dolor es cada vez más rara de encontrar y por ende hay mucha frustración por doquier. Muchas personas se han vuelto presa fácil del raquitismo emocional. Ante la imposibilidad de asegurar que todo siempre saldrá de acuerdo a nuestros deseos, la mejor alternativa es aprender a aceptar lo que no podemos cambiar y sobreponerse al dolor. De esa manera, el dolor lejos de volverse un enemigo nos fortalece y mejora como personas. Ese dolor se convertirá en vehículo para llevar alivio a otros.
C.G.