jueves, 14 de abril de 2022

Mi primera reunión de A.A.

 

Tendría yo tal vez 11 años cuando fui a mi primera reunión de A.A. pero no es que yo fuera alcohólico, sino que acompañé a mi papá a una de las pocas reuniones a las que asistió. Me gustó muchísimo y a la fecha tengo en la mente muchos detalles de lo que ocurrió esa noche.  A veces creo que algo dentro de mí me decía que había algo especial en ese sitio.

Conocí del programa desde muy niño. Otros familiares fueron a A.A. aunque la mayoría no perseveró.

Me gustaba hojear su literatura, especialmente el Libro Grande. Por medio de ese libro, un Selecciones del Reader's Digest y un libro de edición anual que trataba de diversos temas, supe de Bill W., el doctor Bob y superficialmente de qué se trataba Alcohólicos Anónimos. Jamás me hubiera imaginado que yo alguna vez seguiría ese programa y que iba a ser de tanto beneficio para mi vida. Jamás me hubiera imaginado que el mismo programa que ayudaba al alcohólico, me iba a ayudar a mí que era parte del "daño colateral" del alcoholismo.

 Gracias a las charlas de un miembro de Al-Anon que me sugirió una amiga argentina y otras coincidencias —¿o "diosidencias"? — llegué a esa hermandad. Aunque todavía tengo mucho que arreglar en mí, siento que se ha operado un cambio milagroso. Es más, ahora veo muchos milagros sentados en los grupos. Los milagros han resultado ser mucho más comunes de lo que me imaginaba. Eso aumenta mi fe y me anima a seguir luchando contra mis debilidades que no pierden ocasión para seguirme molestando ¡Trasmitamos el mensaje para que sigan ocurriendo milagros!

 C.G.


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