domingo, 31 de enero de 2016

Un tesoro dentro de otro tesoro



Por primera vez pude asistir a una reunión de divulgación de Alateen. Tenía muchas ganas de ir para darles apoyo. Iba pensando en lo que iba a aportar y no me imaginé todo lo que estos jovencitos me iban a aportar. Fue una grata sorpresa saber lo mucho que se involucraron en la difusión del evento verlos tan desenvueltos coordinando la reunión y compartiendo temas y experiencias. Todo lo anterior son cosas que todavía aterran a miembros adultos de Al-Anon. Hicieron gala de una sinceridad y sensatez que cuesta encontrar en gente de mucha más edad. Estaba impresionado. Sigo impresionado.

Me identifiqué con las experiencias que se compartieron. Aún recuerdo lo que es ser un adolescente atribulado y pude entender el dolor que les afligía y su urgencia por encontrar una solución. Dichosamente la encontraron y operó un milagro en sus vidas. El cambio de personas tristes y vacías a felices y plenas era claro. Se confirmaba una vez más que la práctica de principios espirituales de la mano de un Poder Superior y de la hermandad rinde buenos frutos.

Al finalizar la reunión, dos miembros se sentaron frente a una muchachita que iba por primera vez y con mucho entusiasmo le hablaron acerca de Alateen, le contaron sus experiencias y evacuaron dudas. Se notaba el interés de que se sintiera comprendida. Esa escena de amor genuino fue la que más se me ha quedado grabada. Ese apoyo entre necesitados es lo que le dio origen al programa y lo mantiene vivo.

El único punto negro fue que no llegó tanta gente como se previó. No hablo solo de nuevos prospectos sino de miembros de Al-Anon. No sé a ciencia cierta qué estará pesando más en la falta de asistencia a estos grupos: la vergüenza de la gente o la falta de interés y eficacia de nuestros miembros al divulgar la opción que tenemos para ayudar a los menores. Ojala descubramos pronto qué es para corregirlo. A los jóvenes les exigimos mucho. Les echamos la carga de que deben ser mejores que nosotros y darnos un mañana brillante. A cambio les damos muy poco y creo que algo muy valioso que podemos ofrecerles es este tesoro llamado Alateen. Es como un tesoro dentro de otro tesoro, Al-Anon. Que no sea por nuestra omisión que pocos los encuentren.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Le sugiero dejar su comentario usando la opción Anónimo