domingo, 15 de mayo de 2016

La Cultura del Guaro



En mi país se le dice guaro al aguardiente y se ha convertido en sinónimo de licor. El guaro ha estado muy presente en la cultura nacional. Hasta tenemos el Himno al Guaro. El beber en exceso se llegó a ver normal y en los hombres era deseable, porque se consideraba signo de virilidad. Desde pequeños se animaba a los niños y niñas a beber. Entre algunos productores de licor de contrabando había una competencia de quién hacía el guaro más fuerte. Entiéndase el más fuerte como el más tóxico.

Me he puesto a pensar mucho en cómo ha afectado el licor a mi país a raíz de un documental de mediados de los años 70 que vi llamado "La Cultura del Guaro." Las estadísticas de ese entonces me dejaron pasmado. No es difícil comprender el motivo por el que nuestra sociedad está tan dañada. Y las cosas no han mejorado. Una versión actualizada de ese documental demuestra la enorme importancia que todavía se le da al licor y como seguimos teniendo serios problemas de adicción.  Las consecuencias a nivel individual, familiar y social son gravísimas. Las veo a diario.

Me contaban que un vecino paseaba frente a mi casa junto a su hijo de más o menos un año y medio. Le decía "Cuando usted esté grande, nos vamos a ir a tomar guaro." Y  también le preguntaba "¿Qué vamos a hacer cuando usted sea grande?" El niño apenas podía balbucear "¡Guaro!" Todavía en este momento me cuesta creer que pasen esas cosas. Me puse a pensar en el mensaje que estaba recibiendo el niño: "Para obtener la aprobación de mi papá, debo beber y entre más beba más me aprobará."  Si lo llega a probar y a gustar, espero que a lo máximo llegue a ser un bebedor social. Ojala no llegue a un destino fatal como otros tantos alentados por nuestra cultura del guaro.
 
C.G.

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