Les comparto esta historia escrita por Jackie
S. de Georgia para la revista The Forum de febrero de 1998:
Durante
un reciente periodo de presión y angustia, comenté sobre mi tristeza y
desánimo. De casualidad me escuchó mi nieto de 8 años y dijo "Abuela,
recuerda lo que siempre me dices, si la vida te da limones, haz limonada".
Le respondí "Tienes razón, pero creo que se me ha acabado el azúcar".
. Sus pequeños brazos me rodearon y dijo "Entonces te voy a dar un
poco". Plantó un beso en mi mejilla y de hecho la vida fue más
dulce. Una vez más se me recordó que el plan de Dios es apoyarnos los unos a
los otros y cómo Al-Anon encaja en ese plan.
Hace
siete meses me mudé de regreso a mi pueblo natal donde mi hija alcohólica vive.
Llegué llena de ánimo y gran esperanza porque ella y yo habíamos disfrutado un
año de madurez y paz en nuestra muy dañada relación. Por cuatro meses
compartimos una dulce cercanía, antes de que recayera. De manera rápida y frenética,
su regreso al alcohol resultó en tres arrestos, tres hospitalizaciones, dos
intentos de suicidio en veinticuatro horas y el sacar a sus tres hijos de
su casa.
Me
aferré a mi cordura con las reuniones de Al-Anon, la literatura y mi creencia
de que Dios estaba con nosotros, aunque no pareciera que fuera así. En lugar de
permitir que el estado se llevara a mis nietos, mi otra hija y yo tomamos su
custodia. Eso ha sido extremadamente difícil. Incluso aunque los amamos profundamente,
el momento no pudo ser peor.
Lucho
con la decisión de criar a mi nieto quien está teniendo su propia crisis
nerviosa ¡Eso no es lo que había planeado para mi jubilación! Ocasionalmente el
resentimiento aflora. Recordando todos esos años de mi propia auto-absorción,
esto sorprendida y llena de gratitud hacia esta “abuelita en crecimiento”, que está
ganando madurez y practicando el Paso Doce. En mi nuevo papel, he encontrado
que las recompensas son mucho más
grandes que los desencantos y que realmente soy bendecida.
Con
desprendimiento soy capaz de mantener la paz con mi hija. Si estoy tentada a
pensar en “limones”, sonrío y recuerdo que tengo una fuente de dulzura muy
cerca.
Reimpreso con la
autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach,
VA.
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