En la última convención de Al-Anon en mi país se me pidió compartir el tema de A través de la asistencia a las reuniones me recupero. No fue necesario dar mucha explicación del porqué. Todos sabemos que en nuestros grupos encontramos fortaleza, experiencia y esperanza. La comprensión que encontramos en ellos, como dice nuestra bienvenida no la vamos a encontrar en otra parte. Son como clínicas espirituales donde sanamos y laboratorios donde practicamos los principios para después practicarlos fuera de ellos. Lo que se dice en el grupo se queda en el grupo, los principios no.
En Al-Anon me siento como pez en el agua. Espiritualmente no solo me siento feliz sino también alimentado y crezco. El servicio es lo que más nos recupera y el solo ir a la reunión con frecuencia es un servicio que fomenta la unidad y da ejemplo de constancia. Se puede ser líder en esa área. Senderos de recuperación nos dice que el liderazgo inicia con la asistencia regular a reuniones. Para mí es el más simple de los servicios, aunque no por eso menos importante sin embargo no nos conformemos con solo dar eso. Si podemos dar más, demos más para contribuir con la sanación de muchas más personas y en consecuencia con la propia. Como dice la literatura, cuando alguien sana todos sanamos un poco.
Para que
nuestros grupos continúen siendo efectivos es necesario procurar que nuestras
reuniones sigan siendo anónimas ¿Qué significa esto? Que se centren en los
principios y no en nuestras personalidades enfermas. No pueden ser lugares
donde en vez de encontrar sanidad se encuentre peleas por el control, un
continuo relato de historias de terror, violaciones flagrantes a nuestras
Tradiciones o sea enfermedad. Son oasis y no podemos permitir que también nuestro
egoísmo los seque. Le pido al Dios de mi entendimiento me ayude a seguir siendo
parte de la sanación y no del problema.
C.G.
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