Los Principios deben ser aplicados en todas nuestras acciones. No se puede ser solo un buen miembro de Al-Anon. Necesitamos esforzarnos por ser buenos hijos, hermanos, padres, ciudadanos, esposos, etc. La práctica del programa no se circunscribe solo al grupo. Hacerlo sería hipocresía. El esfuerzo sincero por regirse conforme a principios, debe convertirse en una forma de vida. No pueden dejarse cuando salimos de nuestra reunión. Al-Anon es mi escuela, pero el mundo entero es mi área de trabajo. No pretendo cambiarlo pero sí enfrentarlo correctamente con las herramientas que me regala el programa. Y si mi ejemplo sirve para esparcir semillas espirituales que resulten en cambios en otros, pues mucho mejor.
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