Les comparto esta historia
escrita por David S., de Florida para la revista The Forum de agosto de 2001:
Me presenté a la puerta de
Al-Anon un mes después de que mi esposa y yo nos separamos. Antes había
ido una vez pero ella expresó su desencanto por hacerlo.
Cuando me encontré con la que sería mi adorable
esposa, me dijo que estaba en un programa de desintoxicación. Aunque ella ya no
bebía, no estuvo en un programa de Doce Pasos. Como soy no bebedor, no sabía
nada de eso. Pensé que era como dejar de fumar; cuando lo haces, tus pulmones
se limpian también. Después de un rápido cortejo a larga distancia, nos
casamos. Pronto me di cuenta que había una gran diferencia entre dejar de beber y ser
sobrio.
No éramos recién casados jóvenes; yo tenía 49 y ella
44. Supuse que podría arreglar ese problema de doble personalidad suyo. Los
cambios de humor fueron claramente súbitos. Me vi envuelto en discusiones y no
sabía cómo llegué a eso. Toda mi vida había sido una persona no confrontativa.
Por supuesto, sin Al-Anon nunca hubiera sabido sobre esta enfermedad diabólica.
No fue una gran crisis la que me llevó a la decisión de irme,
aunque había perdido peso, me volví nervioso y hasta desarrollé un tartamudeo.
Una mañana simplemente dije "ya no puedo seguir con esto".
Nuestro matrimonio duró solo 14 meses. Estaba
devastado por este fracaso. Todavía amo a esa dama. Fue Al-Anon quien me enseñó
a amar la persona pero odiar la enfermedad.
Me alejé del matrimonio que quería tan profundamente.
Dondequiera que ella esté, oro porque se encuentre bien. Mi paz y serenidad van
y vienen, pero mi programa siempre está ahí. Lo trabajo como muchos, un día a
la vez.
Reimpreso
con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia
Beach, VA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Le sugiero dejar su comentario usando la opción Anónimo