jueves, 6 de agosto de 2015

Cuando el amor no es suficiente


En el primer grupo de Al-Anon al que fui, me hablaron de la película Cuando el amor no es suficiente y de inmediato, como enamorado de esta hermandad y amante del cine, me dieron ganas de verla. Trata de parte de la vida de Lois W., co-fundadora de Al-Anon. Pese a su amor por su esposo Bill —cofundador de A.A. — y toda la ayuda que le brindó, no lograba que mejorara. Ella, como mucha gente hoy, pensaba que podría controlar y curar el alcoholismo. Estaba llena de buenas intenciones, pero su amor no era suficiente y más bien estaban empeorando la situación. Carecía de la valiosa información que tenemos ahora y que nos permite enfrentar más efectivamente al alcoholismo.

El amor ayuda, pero lo debe desarrollar el mismo enfermo alcohólico. Mientras sea incapaz de amar, su egoísmo le impedirá salir adelante. Esto aplica para todos los neuróticos. Todo intento externo por cambiarlo lo tornará más hostil y obstinado. Es necesario aprender sobre esa enfermedad y sano juicio para tratar adecuadamente con una persona así. El programa nos da ambas cosas.

Podemos y debemos tratar con la consideración, o sea el amor, que se merece el alcohólico como ser humano que es. Esa consideración conlleva dejarlo que afronte las consecuencias de sus actos y hacerlo que asuma sus responsabilidades. Practicar el amor en todos nuestros actos podría servirle de aliciente para buscar ayuda y también lograra que desarrollemos una dinámica familiar que puede estimular cambios positivos no solo en el enfermo, sino en el resto de la familia.

La recuperación viene como consecuencia de un despertar espiritual que nos conecta con un Poder Superior, quien es la fuente del amor. El amor humano no es suficiente para sanar; el amor de Dios sí lo es, si nos abrimos a él.

C.G.

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