C.G.
Meditaciones personales de un miembro costarricense de la hermandad mundial Al-Anon, dedicada a llevar fortaleza y esperanza a personas afectadas por bebedores problema.
martes, 29 de septiembre de 2015
Un viaje de "placer"
C.G.
domingo, 27 de septiembre de 2015
Puedo cambiar si tengo la disposición de hacerlo
El sábado anterior tuve la oportunidad, por la gracia de Dios, de llevar por medio de la radio el mensaje de Al-Anon junto con dos compañeras. Ese día hice mención de mi viejo temor a hablarles a desconocidos y ese temor se multiplicaba si tenía que hablar en público. Mi mecanismo de defensa era evitar esas situaciones y aducía que no era bueno para eso. No oculto que tiendo todavía a ser introvertido, pero el cambio con respecto a antes no tiene comparación. En mi familia alcohólica adopté el rol del adaptado (es el más enfermo de todos los roles), que dentro de sus características está el opacarse, no resaltar o sea volverse invisible. Mis vecinos y familiares censuraban mi actitud y eran muy escépticos sobre que pudiera superarla.
Con la ayuda de Dios y Al-Anon, lentamente pero de manera constante, he ido superando varios obstáculos que impedían salir del atascadero emocional en el que estaba. He notado mejoría. Al contrario de la primera vez que viajé al extranjero, entrar a una cabina de radio no me significó semanas previas de angustia y medicación. Llegué a la cita contento, con una ansiedad leve, aunque considero normal cuando se está frente a una situación nueva. Todo transcurrió de una manera natural, tranquila y muy amena. No tuve que lamentarme después por todo el tiempo que pasé angustiado imaginando lo peor, y tratado de crear todo escenario posible para no verme enfrentado con lo imprevisto.
Podemos cambiar si de verdad queremos hacerlo y estamos dispuestos a trabajar para lograrlo. Si no existe la voluntad de anteponer los principios a mis defectos, no podrá haber progreso.
C.G.
jueves, 24 de septiembre de 2015
Cómo soltar
C.G.