Ocasionalmente he compartido publicaciones del blog Through An
Al-Anon Filter de una compañera que estaba luchando contra el cáncer. Me
llamó la atención que no había vuelto a publicar nada desde hace más de dos meses,
pero ella había comentado que estaba en tratamiento, por lo que supuse que se
encontraba incapacitada para escribir. Hoy lo volví a revisar y su madrina
había escrito una publicación del 28 de abril informando que Cheryl (hasta ese
momento supe que así se llamaba), había fallecido. Contaba que no perdió su
humor ni siquiera cuando estaba hospitalizada y hasta bromeaba recordando las
locuras que hizo en su vida anterior a Al-Anon.
Cuando leía sus comentarios acerca de su enfermedad y el tratamiento al que estaba siendo sometida, me sentía admirado por la serenidad con que narraba los hechos. Su enfermedad iba progresando, aunque de la manera en que lo relataba no parecía que estuviera tan mal. No esperaba que muriera, razón que contribuyó para que me impactara más la noticia. Es notable que hasta el final usó las herramientas que obtuvo en Al-Anon y eso le ayudó a mantenerse con una actitud positiva en una situación tan adversa. Ha sido un ejemplo para mí. Hoy les comparto estas palabras de Cheryl de una publicación que compartí meses atrás, donde ella trataba sobre el soltar:
"Desde mi punto de vista de 29 años en Al-Anon que cumplo este mes, puedo afirmar que aprender a soltar fue la mejor lección que el programa me ha enseñado. Ya no tengo nada que me consuma. Hoy la vida es un tranquilo y relajado paseo. Incluso un diagnóstico de cáncer no fue capaz de desequilibrarme por más de unas pocas semanas, antes de que el conocimiento y la comprensión que he aprendido en Al-Anon se reafirmara, y mi estado de ánimo ha vuelto a ser un gozoso deleite por la vida.
"El diagnóstico de cáncer me hizo retomar durante la primera semana un estado de ánimo temeroso, pero pasó bastante rápido. Luego estuve enojada por unos días o quizá una semana, pero entonces solté todo.
"Esto puede sonar un poco extraño, pero no puedo molestarme dándole más espacio en mi cabeza. No quiero ser la persona que era antes, consumida por el miedo, la ira, el resentimiento y la autocompasión. Prefiero ser feliz y estar serena, y la única manera de lograrlo es soltar todo.
"Aparte de decidir a qué tratamientos estoy dispuesta a someterme, cuando y si me los ofrecen, el cáncer está completamente fuera de mi control. Me gusta ser feliz, y la felicidad está dentro de mi control. Mi pareja es una fuente de placer y confort, con su firme amor y su sentido maliciosamente divertido del humor. Quiero disfrutar de él con la misma alegría que antes del diagnóstico y puedo hacerlo si suelto todo.
"Es una elección fácil."
Cuando leía sus comentarios acerca de su enfermedad y el tratamiento al que estaba siendo sometida, me sentía admirado por la serenidad con que narraba los hechos. Su enfermedad iba progresando, aunque de la manera en que lo relataba no parecía que estuviera tan mal. No esperaba que muriera, razón que contribuyó para que me impactara más la noticia. Es notable que hasta el final usó las herramientas que obtuvo en Al-Anon y eso le ayudó a mantenerse con una actitud positiva en una situación tan adversa. Ha sido un ejemplo para mí. Hoy les comparto estas palabras de Cheryl de una publicación que compartí meses atrás, donde ella trataba sobre el soltar:
"Desde mi punto de vista de 29 años en Al-Anon que cumplo este mes, puedo afirmar que aprender a soltar fue la mejor lección que el programa me ha enseñado. Ya no tengo nada que me consuma. Hoy la vida es un tranquilo y relajado paseo. Incluso un diagnóstico de cáncer no fue capaz de desequilibrarme por más de unas pocas semanas, antes de que el conocimiento y la comprensión que he aprendido en Al-Anon se reafirmara, y mi estado de ánimo ha vuelto a ser un gozoso deleite por la vida.
"El diagnóstico de cáncer me hizo retomar durante la primera semana un estado de ánimo temeroso, pero pasó bastante rápido. Luego estuve enojada por unos días o quizá una semana, pero entonces solté todo.
"Esto puede sonar un poco extraño, pero no puedo molestarme dándole más espacio en mi cabeza. No quiero ser la persona que era antes, consumida por el miedo, la ira, el resentimiento y la autocompasión. Prefiero ser feliz y estar serena, y la única manera de lograrlo es soltar todo.
"Aparte de decidir a qué tratamientos estoy dispuesta a someterme, cuando y si me los ofrecen, el cáncer está completamente fuera de mi control. Me gusta ser feliz, y la felicidad está dentro de mi control. Mi pareja es una fuente de placer y confort, con su firme amor y su sentido maliciosamente divertido del humor. Quiero disfrutar de él con la misma alegría que antes del diagnóstico y puedo hacerlo si suelto todo.
"Es una elección fácil."
C.G.
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