Meditaciones personales de un miembro costarricense de la hermandad mundial Al-Anon, dedicada a llevar fortaleza y esperanza a personas afectadas por bebedores problema.
miércoles, 11 de marzo de 2015
Obstáculos para el crecimiento
Me impresionó esta publicación del blog “Through An A-Anon Filter” por lo duro de la situación que afronta esta compañera, que no obstante no ha dejado de vivir acorde a la filosofía del programa:
Cuando era nueva en el programa la idea de que no era posible o incluso que no estaba en posición de cambiar el comportamiento de otra persona para adaptarse a mí, fue algo de los más difíciles de entender. Yo quería. Y cuando yo quería, pensaba que podría hacer que otra persona me diera lo que fuera que yo quería a través de la manipulación, el engaño, el razonamiento o demandas, cualquier cosa que yo creyera que funcionaría.
Dejar ir iba tan más allá de mis capacidades que de primera entrada lo descarté como una tontería. Luego cuando empecé a entender vagamente que era algo muy deseable, me desesperaba tratando de entender cómo hacer para lograrlo. ¿Qué implica este misterioso "dejar ir"? ¿Cómo dejo ir? ¿A qué se parecía dejar ir?
Desde mi punto de vista de 29 años en Al-Anon que cumplo este mes, puedo afirmar que aprender a dejar ir fue la mejor lección que el programa me ha enseñado. Ya no tengo nada que me consuma. Hoy la vida es un tranquilo y relajado paseo. Incluso un diagnóstico de cáncer no fue capaz de desequilibrarme por más de unas pocas semanas, antes de que el conocimiento y la comprensión que he aprendido en Al-Anon se reafirmará, y mi estado de ánimo ha vuelto a ser un gozoso deleite por la vida.
El diagnóstico de cáncer me hizo retomar durante la primera semana un estado de ánimo temeroso, pero pasó bastante rápido. Luego estuve enojada por unos días o quizá una semana, pero entonces dejé ir todo.
Esto puede sonar un poco extraño, pero no puedo molestarme dándole más espacio en mi cabeza. No quiero ser la persona que era antes, consumida por el miedo, la ira, el resentimiento y la autocompasión. Prefiero ser feliz y estar serena, y la única manera de lograrlo es dejar ir. Es soltar todo.
Aparte de decidir a qué tratamientos estoy dispuesta a someterme, cuándo y si me los ofrecen, el cáncer está completamente fuera de mi control. Me gusta ser feliz, y la felicidad está dentro de mi control. Mi pareja es una fuente de placer y confort, con su firme amor, y su sentido maliciosamente divertido del humor - Quiero disfrutar de él con la misma alegría que antes del diagnóstico, y puedo hacerlo si dejo ir.
Es una elección fácil.
Estoy por ir a la iglesia esta mañana. La reunión de personas, los mensajes del ministro que siempre suenan a la sabiduría de los 12 pasos, y la gloriosa sensación de que mi Poder Superior está allí conmigo, me llenan a rebosar de alegría y serenidad.
Te deseo que este sea un día para que dejes ir. Es una sensación increíble.
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