viernes, 13 de marzo de 2015

Recuperar la cordura

RECUPERAR LA CORDURA. No llegué al Programa exactamente porque estuviera muy cuerdo. Más bien fue lo contrario. Necesitaba urgentemente recuperar la sensatez  para evitar que mi vida continuara deteriorándose. Mis actos de mal juicio no me estaban permitiendo llevar a cabo el propósito para el que vine al mundo, que es el mismo que Dios le ha encomendado todo ser humano: manifestar mi belleza interna por medio del amor. Mi belleza interior se había enturbiado y estaba manifestando esa deformidad con actos egoístas. 

El pasado 7 de marzo, leer la reflexión de Valor para cambiar me puso a meditar en que solo debo dejar salir lo bueno en mí ejecutando actos sanos, y la sanidad volverá a tomar su control natural sobre mí. Les comparto una parte de esa lectura que reafirma mi creencia en lo maravillosa que es toda persona, y que nuestra locura desaparece cuando abandonamos el rumbo antinatural del egoísmo para retomar el rumbo correcto:

"En Al-Anon descubrí que necesitaba cambiar. Después de haber vivido toda una vida con una enfermedad de actitudes—el alcoholismo—nunca pensé en forma muy elogiosa de mí mismo, así que nunca tuve mucha fe en que mis esfuerzos pudieran verse coronados por el éxito

Aprendí mucho mirando los gusanos de seda de mi hijo. Los gusanos de seda son criaturas gordas y glotonas, pero de su propia esencia crean algo bello. No tienen posibilidad de decidir. Nacieron para expresar su belleza. 

"Yo también puedo transformar algo negativo en algo positivo; al cambiar mis actitudes derrotistas, me convierto en un ser humano más bello. Nací con esta belleza dentro de mí y si tan sólo me lo permitiera, podría expresarla libremente. Al-Anon me ayuda a aprender a darle prioridad al amor en mi vida. Y la gratitud, una piedra fundamental en mi recuperación en Al-Anon, revela claramente toda la belleza escondida."

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