martes, 24 de febrero de 2015

No siempre tendremos éxito

La práctica del programa en nuestra vida diaria no es sencilla por la enorme carga que nos imponen nuestros defectos. Seguramente es por eso que el Paso Doce usa el verbo tratar. No siempre tendremos éxito llevando el mensaje —mucha gente lo rechazará— ni viviendo los principios en todos nuestros actos —somos imperfectos—. Mi padrino me dice al verme desanimado por mis fallos que Dios no nos pide que tengamos éxito, sino que tratemos sinceramente.

La profunda conciencia que he adquirido de mis fallas también me produce más dolor al recaer en ellas. Pero no puedo por eso abandonar lo que es mi vocación como persona y es en lo que me ayuda Al-Anon: mejorar mi calidad humana. Por otro lado, mi estabilidad emocional está en juego. Lo que me queda es seguir tratando sinceramente.

El ego no pierde oportunidad para hacerme desistir por lo tanto mi constancia es básica. La aplicación del programa no es solo para en las malas. Es una forma de vida que exige compromiso.  Los intentos sinceros por cambiar tienen que ser continuos, independientemente de nuestra sensación de fracaso. Nos guste o no, nuestra recuperación es un proceso de prueba y error.  Hay que tener claro que no será perfecto por lo tanto en el momento en que se produzca un asomo de desánimo por un esperable yerro de nuestra parte, es conveniente recordar que el Paso Doce nos dice que tratamos. Si fallamos pero lo intentamos sinceramente, es un triunfo.

C.G.

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