sábado, 24 de diciembre de 2016

¿Amarga Navidad? ¡No!

Esta época del año solía vivirla con una mezcla de alegría y dolor. Era un tiempo de celebración muy especial que esperaba con muchas ansias, pero que propiciaba la ingesta de alcohol de todos los enfermos alcohólicos de mi familia. Entonces esas fiestas de fin de año que se suponía iban a traer buenos sentimientos y hermosos recuerdos, lograban el efecto contrario.

Por mucho tiempo, pese a que ya no había alcoholismo activo cerca de mí, sentía tristeza durante estas fiestas y aunque no llegué a aborrecerlas, en el fondo deseaba que pasaran pronto para aliviar mi incomodidad. Cuando empecé presentarle batalla a la melancolía, las cosas cambiaron.
El problema no eran las fechas sino mi mente. No podía cambiar el calendario, pero sí mi manera de pensar. No se trataba de arrancar pronto las hojas del calendario sino de arrancar mi auto conmiseración y visión negativa. Actualmente no solo disfruto mucho las fiestas de fin de año sino todos los días del año. No le permito a nada ni a nadie que complique mi vida. Si los demás quieren complicar la suya, no puedo hacer nada al respecto. Si me piden ayuda y están dispuestos a cambiar, se las daré gustoso

Hoy decido no dejarme doblegar por la tristeza. Hoy decido tener una actitud alegre y positiva. Hoy decido tener una feliz Navidad.


C.G.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Otra oportunidad



Les comparto esta historia escrita por una compañera (no dio su nombre) para la revista The Forum de agosto de 2000:

Cuando llegué por primera vez al programa, el lema "Un día a la vez" me sonaba muy tonto. Pasé mi vida haciendo planes para la semana, el mes, el verano, el semestre, la temporada de fútbol o día de fiesta siguiente, así que centrarme en el hoy fue un gran cambio.

Vivir un día a la vez hizo cada día más significativo. Tenía la reputación de preocuparme tanto del futuro que nunca tenía tiempo para el presente. Ahora, en lugar de vivir apresuradamente mis días, estoy atenta a dónde estoy y qué hago. Al-Anon me enseña que la mayoría de las cosas sobre las que me pasé preocupando nunca sucedieron. Las cosas que sí ocurrieron en mi vida fueron usualmente una gran sorpresa.

Todos los días me tranquiliza el que Dios tiene un plan para mí. Creo que Dios ha hecho cuidadosamente ese plan a la medida de mis necesidades y sus deseos. Hago lo mejor por vivir un día a la vez y de tratar de no tomar otro rumbo.

La vida no es abrumadora cuando vivo un día a la vez. Cuando veo muy a lo lejos, soy incapaz de discernir qué metas he alcanzado y qué defectos de carácter he sido capaz de disminuir.
Anoche le estaba hablando a mi hijo. Él estaba compartiendo algunos de sus dilemas y dije " Lo que necesitas es". Me detuve y luego continué  "que tu madre te apoye y no te aconseje." Un año atrás le hubiera diseñado una solución no permitiéndole crecer a su ritmo.

El hoy es bueno. Eso quiere decir que amarlo, abrazarlo, aprovecharlo, disfrutarlo, odiarlo, ignorarlo o solo dejar de prestarle atención. Si el hoy es genial, puedo recordarlo. Si es horrible, sé que mañana tendré otra oportunidad.
-----------------------------------------------------
Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.

martes, 6 de diciembre de 2016

Sembrando semillas

En una de mis últimas publicaciones les comentaba sobre la clínica donde me llevaban de niño por mi comportamiento anormal, cosa que no era de extrañar considerando donde estaba creciendo. Viéndolo en retrospectiva, todos necesitábamos ayuda pero yo, desde el punto de vista de mi mamá era el que estaba mal, el que le hacía pasar más vergüenzas. También les comentaba que el tratamiento psiquiátrico no era efectivo y no podía serlo. Ocupaba otra cosa.

Recordando esas infructuosas visitas al medico, se me vino a la cabeza la idea de llevar un afiche de la OSG a esa clínica. Fui a la Dirección a entregarlo aunque primero tuve que explicar qué es Al-Anon (calculo que el 99% de la gente a la que le menciono la hermandad, no tiene idea de lo qué es). Creo que mi niño interior me inquietó. No sé que tanta gente se interesará en el programa pero tenía que dejar la semilla sembrada ahí. Quizá un niño tan perturbado como yo se vea beneficiado y se ahorré tantas calamidades. No puedo mejorar mi niñez, pero puedo ofrecerle a un pequeño y su familia la oportunidad de vivir mejor ahora.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Amar a los que me desagradan

La página 237 de Senderos de Recuperación nos dice que podemos amarnos sin gustarnos ¿Pero no es que amar significa sentir bonito por alguien? No. Puedo practicar el amor con la gente que no me agrada. Le hago el bien siempre que puedo y no la daño si se presenta la tentación de hacerlo. 

 Nos resulta tan natural ser indiferentes o agresivos con los que nos caen mal, que el ego presenta mucha resistencia cuando queremos revertir ese comportamiento. Yo sentía culpabilidad por no sentir agrado por toda gente, mucho menos por la que me hacía mal. Como desde muy pequeño se me había enseñado que uno de los principios más importantes de la humanidad era amar a todas las personas, aunque no mucha gente lo hacía, me molestaba el no poder hacerlo. Se me facilitaba “sentir bonito” por algunas personas, pero no por otras. 

 Fue un alivio entender que amar a todas las personas no significa que todas tienen que agradarme. Amar no se trata de sentir un afecto desmesurado por todo el mundo. Se trata de ser bondadoso sin excepción. Hay gente que ni conozco y la trato con amor. Por ejemplo cuido el ambiente pensando no solo en mi propio bienestar, sino en el de todas las criaturas vivas. No las conozco a todas ni mucho menos me invade una ternura extrema al considerarlas, pero las estoy tratando con amor.

 El amor no es un sentimiento porque estaría condicionado al agrado que les tenga a las personas. No siempre podré desarrollar ese agrado. Amar es la decisión, como dice el refrán, de hacer bien sin mirar a quien.

 C.G