lunes, 31 de octubre de 2016

Nuevas expectativas



Les comparto esta historia escrita por Carol V., de Wisconsin para la revista The Forum de julio de 1999:

Antes de llegar a Al-Anon tenía muchas expectativas. Esperaba vivir en un hogar amoroso con las típicas cercas de madera blanca. Alguien me haría feliz, cuidaría de mí y cubriría todas mis necesidades, un caballero de reluciente armadura.

Esperaba que todos me dirían siempre la verdad. Si la gente se preocupaba por mí, esperaba que leyeran mi mente y sabrían lo que quería. No tendría que decirles cuando los necesitaba. Siempre espere que los demás fueran puntuales o que llamarían cuando iban a llegar tarde. Esperaba que mis hijos vivieran de la forma en que yo les había dicho que vivieran porque, después de todo, era lo mejor para ellos.

Esperaba que alguien me dijera que hacer cuando no estuviera de humor para hacer decisiones por mí misma. Esperaba que podría hacer que la gente dejara de beber porque los amaba y ellos pararían porque me amaban. Básicamente esperaba que la gente cambiara para que se ajustara al cualquier molde que yo hubiera escogido para ella.

Ahora le agradezco a mi Poder Superior por poner gente en mi vida que me señaló el camino a las puertas de Al-Anon. Como resultado de ello, mi vida ha cambiado de muchas formas. Todavía tengo expectativas pero son diferentes.

Hoy espero encontrar una reunión de Al-Anon no importa donde escoja vivir o viajar. Espero que alguien más oiga mi historia en una reunión de Al-Anon. Espero que mis oraciones sean contestadas con un sí, no o aguarda. Espero que Dios sepa lo que hace y que con su ayuda yo pueda manejar lo que sea que él ponga en mi camino, porque nada sucede en este mundo accidentalmente.

Espero tener siempre esperanza. Espero no estar nuevamente sola en tanto tenga amigos de Al-Anon. Espero que siempre haya alguien con quien hablar si tengo la disposición de descolgar el teléfono y llamar. Espero continuar cambiando. Espero que habrá serenidad en mi vida.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.

domingo, 9 de octubre de 2016

Almohadas decorativas



Les comparto esta historia escrita por Sue V., de Florida para la revista The Forum de agosto de 1998:

En mis primeros días en Al-Anon tenía mucho problema con el perfeccionismo. Todavía me pasa a veces pero ahora que estoy esforzándome por progreso, no por perfección. Mi esposo, que sacó a relucir este defecto de carácter mío, es un alcohólico en recuperación. Nos unimos después de muchos años de divorciados. Hemos trabajado muy duro en comunicarnos mutuamente, en lugar de nuestros ocultar nuestros sentimientos.

Una mañana mientras me estaba preparando para ir a trabajar, estaba con mi prisa usual, pero sabía que no podía salir de casa dejando la cama destendida. Como estaba con mucha prisa, mi esposo me ofreció tender la cama. Acepté su ayuda pero mi mente se mantuvo diciéndome "no lo va a hacer bien, especialmente cuando le toque poner las almohadas decorativas correctamente."
Mi esposo estaba trabajando en su lado de la cama cuando dejé la habitación. Cuando regresé, noté que las almohadas decorativas no estaban de la manera en que me gustaban. Inmediatamente las reacomodé a mi gusto. Me metí al baño y cuando volví, todas las almohadas estaban al pie de la cama.

Me detuve abruptamente, miré las almohadas y de inmediato me puse a reír. Mi esposo miraba a hurtadillas desde una esquina y sonrió. Supe en ese momento que él estaba ayudándome a entender que  mi viejo perfeccionismo estaba surgiendo, pero el no dijo nunca una palabra.
Todavía recuerdo esa situación por doquier mi perfeccionismo intente volver. Sí, dejé las almohadas en paz y hoy no dejo la amabilidad de otra persona por detrás de mi defecto de carácter.

Sigo viniendo a Al-Anon para recordarme  que mi atención debe estar puesta en mí  y no en lo que otro hace o no hace.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.

domingo, 2 de octubre de 2016

Amé cada milla



AMÉ CADA MILLA. Les comparto esta historia escrita por Laura B. de California para la revista The Forum de enero de 1999:

Hace como dos meses después de llegar al programa, le pedí a alguien ser mi madrina ¡Para mí fue un gran paso de fe y confianza para compartir todos mis horribles secretos! El miedo gobernó mi vida tanto que manejaba en caminos en vez de en las autopistas.

Mi primer compromiso con el servicio después de seis meses de llegar a Al-Anon. Mi madrina me dijo que estaba confiada en que yo podría encargarme del puesto de secretaria en nuestra reunión de los viernes ¡Y le creí! Hasta entonces nunca había manejado de noche. Nunca había tomado una cierta autopista porque habían demasiados accidentes y la gente manejaba como loca.

Mi compromiso con el servicio en aquella reunión me dio varios regalos. Empecé a manejar nuevamente de noche, incluyendo tomar la peligrosa autopista. Es un maravilloso viaje nocturno nocturno a través del desierto y las montañas. La luna y las estrellas iluminaban la noche y el valle detrás de mí se refleja en mis espejos retrovisores. He perdido el miedo a la oscuridad ya sea que esté caminando, caminando o acampando. Ahora manejo por la carretera a todas las reuniones a las que asisto. El año pasado hasta maneje a Wyoming sola y amé cada milla.

El servicio me ha puesto es una situación de confiar a un Poder Superior mi seguridad y todo lo demás. Soy libre de caminar a través del miedo porque sé que no estoy sola.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.