lunes, 17 de abril de 2017

¿Qué se había hecho Al-Anon?

Después de dar el mensaje ante la junta directiva de una organización, uno de sus miembros nos preguntó qué se había hecho Al-Anon. Su extrañeza se debía a que anteriormente había mucho contacto con nuestra hermandad y la tenían muy en cuenta, pero luego no volvieron a saber nada de ella. El comentario me tomó por sorpresa. Lo normal era que en este tipo de reuniones los participantes no supieran nada de Al-Anon y nos limitábamos a dar la información necesaria. En esa oportunidad, además de que sabían sobre nuestro trabajo, nos pidieron una explicación sobre lo que percibieron como un abandono de nuestra labor.

El factor que expuse como la causa de esa pérdida de contacto, fue que no se estaban aprovechando las nuevas tecnologías de comunicación para mantener al tanto al público en general de nuestras labores. Que se estaban usando los mismos canales de siempre que no tan efectivos como los modernos. Ese es un motivo, aunque hay otro que me parece el principal causante de ese aislamiento. Hay una enorme falta de miembros dispuestos a llevar el mensaje y a dedicarse a buscar constantemente las maneras más efectivas de hacerlo.

Por mucho tiempo estuve achacando exclusivamente lo poco nutrido de nuestros grupos a la vergüenza, negación o falta de conciencia de enfermedad de los familiares y amigos de alcohólicos. No me cabe duda de que son factores que contribuyen a ello, pero después de corroborar el desconocimiento tan extendido de lo que es Al-Anon, tengo que agregar la falta de información al público a esa lista y ubicarla en el primer puesto.

Antes de lamentarnos por la falta de asistentes en nuestras reuniones deberíamos preguntarnos qué estamos haciendo para darnos a conocer. No se trata solo de una labor de difusión sino de amor. No se trata de sentir satisfacción de ver los grupos llenos, sino de ofrecerle a la mayor cantidad de gente afectada por la forma de beber de otra persona, la oportunidad de ser feliz. En nuestra declaración expresamos el deseo de que la mano de Al-Anon siempre esté presente para el que extienda la suya pidiendo ayuda. Nosotros somos esa y es nuestra responsabilidad que esté siempre presta para ofrecer ayuda y que se esté agitando para que quienes la necesiten, sepan que está ahí.