Valor para cambiar

¿Cómo voy a obtener un resultado diferente si sigo haciendo lo mismo? Lo desconocido produce temor por lo que probar cosas nuevas puede que no resulte sencillo.

Cuando quiero iniciar un cambio generalmente mi reacción es posponer. En esos momentos le pido a mi Poder Superior su guía y el valor para cambiar las cosas que sí puedo. Luego acciono calmadamente. Quizá de primera entrada mi actitud no sea natural porque estoy frente a una situación nueva, pero sé que con la práctica puedo ir mejorando. Lo importante es mi disposición de dar ese primer paso que es el que todos más tememos dar. Luego se siguen dando pasos lentamente, pero de manera constante. Si bien es cierto hay que ir poco a poco, se debe tener cuidado de que no se convierta en una excusa para posponer el cambio permanentemente.

Escucho muy a menudo la frase "quisiera ser diferente". La manera de ser diferente es actuar diferente. No he encontrado otro método. Si quiero perder el miedo a hablar en público, tengo que hablar en público para fortalecer la confianza en mí mismo. Si quiero dejar de ser controlador, tengo que refrenar mis deseos de que los demás hagan lo que quiero y soltar las riendas. Si quiero ser una persona de fe, debo de dejar de escuchar al temor. Si no quiero seguir llegando tarde al trabajo, tengo que levantarme más temprano. Si mi deseo no va acompañado de acción nunca se hará realidad, como nunca se hará realidad un edificio si solo hago el plano y no lo construyo.

Ante el reto de reinventarme surgen las excusas como "yo no sirvo para eso", "después me animo" o "estoy muy viejo para cambiar". Creo que el Sexto y Séptimo Paso son considerados los pasos olvidados porque implica trabajar con un Poder Superior para adquirir nuevos comportamientos y preferimos pasar por alto ese desafío ¿Cuál es el resultado de estos pasos? Pues ni más ni menos que hacer más gobernable nuestra vida y por consiguiente más feliz. El premio vale el esfuerzo de cambiar de la mano de Dios.

Si no intento cambiar, el programa será nada más un pretexto para engañar a mi conciencia creyendo que de verdad quiero cambiar porque "estoy metido en un programa de recuperación".

 C.G.