
En mis primeros días en Al-Anon me pidieron exponer el tema "Que empiece por mí". Me explicaron que se trataba de un lema. Decía tanto con tan pocas palabras. Me gustó. Entendí que era una invitación a trabajar en mí mismo. Me hizo pensar que yo podía ser una chispa que iniciaría grandes cambios. Se me figuraba que me estaba animando a ser ejemplo para los demás. Era otra forma de decirme "tú eres el que tiene que cambiar". Se convirtió en mi lema favorito.
Cuando entré a la hermandad no tenía expectativas de cambiar a nadie. Algo me decía que yo tenía que hacer los cambios y Al-Anon me lo reafirmaba. Mi forma de percibir las cosas cambió fundamentalmente. Cambiaron mis pensamientos, mis emociones y mis respuestas. Mi transformación motivó cambios en algunos factores externos. Otros no cambiaron del todo pero no me importa. Lo importante es mi nueva forma de abordarlos. Eso me da la tranquilidad de saber que no estoy subordinado a las circunstancias sino al contrario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Le sugiero dejar su comentario usando la opción Anónimo