domingo, 1 de abril de 2018

Me sentí bienvenida y querida


ME SENTÍ BIENVENIDA Y QUERIDA
Julie B. – Florida

The Forum
, octubre de 2017


Recuerdo el primer día de visita cuando mi hijo estaba en un centro de tratamiento. Él me sugirió que después de la visita asistiera a una reunión de Al-Anon. Esa fue realmente una invitación de mi Poder Superior a que diera ese gigantesco paso hacia adelante.

Recuerdo que escuché, lloré y abracé a los demás. Me atrajo algo que se dijo en esa reunión, algo que sentí, y volví a ir la próxima semana. Aquí estoy cinco años más tarde, y todavía sigo regresando por más. Nunca me imaginé que encontraría un lugar donde me sentiría tan bienvenida, tan querida, tan amada. La gente me animó a «seguir viniendo». Encontré un lugar donde aprendí todo sobre mí ―mis puntos fuertes, mis puntos débiles, mi valor, mi sentido del humor―.

Este programa es para mí. Aprendí a cuidar de mí y, al hacerlo, soy una mejor persona. La paz, la serenidad, la felicidad y el amor son palabras que utilizo hoy porque esas son palabras que encierran lo que soy.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.

Me di cuenta que no estoy sola

ME DI CUENTA QUE NO ESTOY SOLA
Ann M. – Florida
The Forum, diciembre de 2017

En mi primera reunión de Al-Anon me di cuenta de lo mucho que me había afectado el alcoholismo, aunque yo no bebía. Estaba tan enferma como mi novio alcohólico, quizá peor. Estaba obsesionada. Constantemente buscaba alcohol y lo derramaba cuando lo encontraba. No comía ni dormía, y estaba profundamente deprimida. Me sentía loca. Mi vida se había vuelto ingobernable.

Durante esa reunión, me di cuenta de que no estaba sola. Recuerdo estar sentada allí esa noche, al borde de la desesperación, cuando escuché a una mujer sollozando mientras compartía su experiencia. Yo podía sentir su dolor porque su historia reflejaba la mía. Me sorprendí al darme cuenta de que yo era esa mujer sollozante. Era mi voz compartiendo todo lo que yo había soportado. Nunca antes había oído hablar de Al-Anon y no sabía qué esperar esa noche. Entré a la misma sintiéndome devastada, pero salí sintiéndome aliviada porque sabía que no estaba sola. Me sentí aceptada, bienvenida y apoyada. Encontré la libertad.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.