domingo, 26 de noviembre de 2017

La Estrella Polar



LA ESTRELLA POLAR.
Quélia Q., Ohio.
The Forum, mayo 2000

Me uní a Al-Anon pensando que no había solución a mis problemas. Tenía tanto dolor que bloqueaba mi espíritu. Seguí yendo a las reuniones porque no me quedaba nada más. Intenté llorando, gritando, el silencio y una variedad de tretas para forzar al alcohólico a buscar la sobriedad. Una tras otra, todas estas tácticas fallaron. En ese entonces estaba agotada
, desesperada y emocionalmente insensible. En mi primero reunión de Al-Anon recibí un paquete para recién llegados, entre otras cosas iba el marcador de libros “Solo por hoy”. Desde entonces se volvió mi agenda diaria. Lo leo cada mañana junto con el libro “Un día a la vez”. Después de leer la literatura, escribo en mi diario y oro. Siempre encuentro algo para llevarme al trabajo o a donde sea que vaya, y me mantengo recordando las sugerencias que leí para ese día.

Dependiendo del estado de mi mente y espíritu, intento leer también otros libros de Al-Anon  y estudiar los recordatorios y meditar en una oración. Estos ejercicios diarios han traído a Dios de regreso a mi vida junto con un sólido sentido de autoestima. Ahora tengo un Poder Superior de mi entendimiento con quien puedo hablar y a quien escuchar incluso durante mis sueños.

Los Pasos me han dado claras guías para mi recuperación. Los estudio diligentemente porque ellos me dan las soluciones que necesito en mi vida. Creo que los Pasos constituyen la columna vertebral de m programa. Los trabajo a mi propio paso con la ayuda de una madrina  cariñosa y un Poder paciente que es superior a mí.

Los Doce Pasos de Al-Anon le han dado a mi vida un sentido de orden y dirección. Aunque todavía no he trabado completamente los Doce Pasos, se han combinado para formar la Estrella Polar en todas la áreas de mi vida. 

Ahora puedo vivir en armonía con la vida. Me siento en paz conmigo misma y con el mundo a mi alrededor. Soy capaz de lidiar con los efectos de la enfermedad y sentirme agradecida con el alcohólico que me condujo a la recuperación.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Alguien que amo



Les comparto esta historia escrita por Terry H. de Washington para la revista The Forum de mayo de 2001:

Apuesto que quizá esto se debió a esos programas de vaqueros que pasaban en la televisión cuando crecía. Pensaba que en cualquier momento en que alguien que yo amaba estuviera en problemas o a punto de ser herido, cabalgaría en mi caballo blanco, llevando mi sombrero blanco y lo salvaría. Después de deshacerme del mal amenazante, aquellos que me amaban estarían seguros para siempre.
Cuando me convertí en padre y abracé por primera vez a mi hija, pensé que nada en este mundo la heriría, no mientras yo estuviera vivo y no en tanto yo fuera su papá. Los papás eran esos héroes que cabalgaban y detenían el problema.

La noche que puse la cabeza de mi hija en mi regazo porque ella estaba demasiado inconsciente a causa del alcohol,  yo estaba en tal negación que no tenía idea de lo que la estaba hiriendo. Me empecé a dar cuenta por primera vez de que no había un caballo blanco y que yo no era un héroe. Era un padre que amaba a alguien que bebía y que estaba fuera de control, y yo no tenía a dónde acudir.
Intenté todo lo que sabía y fallé.  Incluso recuerdo rezarle a Dios para que me dejara morir si eso cambiaba la vida de mi hija y la salvaba. Dios escuchó y respondió pero no de la manera en que le pedí en mi rezo. Me llevó al punto en que puse a mi hija en tratamiento por su alcoholismo y ahí fue donde escuché lo que cambió mi propia vida: Al-Anon.

Empecé a ir a Al-Anon hace casi cuatro años y no soy el mismo. Hoy soy alguien que ama, alguien que ha aprendido a perdonar,  alguien que puede aceptar. He aprendido esas cosas de un cuarto lleno de héroes que se reúnen las noches de cada martes, miércoles y jueves. No llevan sombreros blancos ni cartucheras, pero enfrentan sus más grandes temores con valor y lágrimas, un paso a la vez.
En un mundo concentrado en las malas noticias, esta gente me enseñó que los héroes existen. Hacen lo mejor que pueden con lo que su Poder Superior les da. Los Doce Pasos nos ayudan a caminar por el sendero de la vida, pero no es fácil. No siempre hay finales felices, aunque he visto puestas de sol a las que vale la pena cabalgar. Al-Anon me da suficiente paz para disfrutar la belleza que existe incluso en tiempos tempestuosos.

Amo a mi hija. Dios sabe que daría mi vida por ella si eso pudiera salvarla del dolor y el sufrimiento. Dios cuida a mi hija y la ama más de lo que yo podría. Pienso que él también me ama y que cree que soy un héroe solo por tratar de vivir la vida un poco mejor, por enfrentar aquellos temores que todo padre enfrenta, y por tratar esforzadamente siempre de hacerlo con  amor.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.



domingo, 5 de noviembre de 2017

El caso del colchón con dos controles



EL CASO DEL COLCHÓN CON DOS CONTROLES
por Ana E., Colorado
The Forum, abrill 2016

Un día en una reunión, un amigo mencionó que él y su esposa compraron una cama ajustable con dos controles. Los controles les permitieron elevar la cabeza, cambiar la temperatura y ajustar la firmeza o la suavidad del colchón. Por un tiempo, durmieron estupendamente y despertaron descansados ​​y llenos de energía.

El tiempo pasó. Un día, le pregunté sobre su cama y él dijo: "Es terrible". Él estaba enojado e irritable. Dijo que no estaba durmiendo y estaba cansado de la cama. Me sorprendió porque he escuchado que esas camas son muy agradables. Pasó más tiempo y un día dijo: "Descubrí lo que estaba mal con mi cama. ¡Tenía el control de mi esposa y ella tenía el mío! "Por eso, su periodo de sueño era inmanejable.

Me reí por un rato, y luego experimenté una revelación proveniente de Dios; mi vida es inmanejable porque tengo el control remoto de mi novio y él tiene el mío. Me di cuenta de todas las veces que quería que mi novio hiciera las cosas a mi manera, y que él quería que hiciera las cosas a su manera. Lo hicimos sin hablarnos; En su lugar intentamos leer la mente del otro, lo que siempre terminó en frustración y decepciones.

Acepto que querer controlarlo porque sé lo que es mejor para su vida es una locura. Estoy presionando los botones de su control, y él no quiere vivir su vida a mi manera. Lo mismo me pasa; No quiero vivir mi vida a su manera. Nuestras vidas son inmanejables cuando tratamos de controlarnos el uno al otro.

Aceptar que él vive su vida de manera diferente, y aceptar que "diferente" no significa "malo" fue una gran parte de mi recuperación. Lo que tuve que hacer fue devolverle su "control remoto", recuperar mi "control remoto" y orar:

"Dios, concédeme la serenidad para aceptar que no puedo controlar su vida, El coraje de usar solo mi control remoto para cambiar mi vida, Y la sabiduría para  saber qué control remoto tengo todas las mañanas antes de comenzar mi día". Mi vida ha cambiado hacia una dirección positiva mientras continúo mi camino hacia la recuperación.

Reimpreso con la autorización de The Forum, Al-Anon Family Groups Hdqs., Inc., Virginia Beach, VA.