domingo, 12 de abril de 2015

Esperanza

El sábado anterior me puse a revisar una serie de papeles que tenía acumulados para ver cuáles podía desechar. Me llevé la sorpresa de encontrarme con una vieja lista de medicamentos. Era una recopilación de todo lo que me recetaron durante un período relativamente reciente de mi vida en que sufrí una fuerte depresión y ansiedad. En total eran 20 medicamentos. Fue una gran caída que me robó la esperanza de un futuro mejor y el deseo de vivir.

En mi reunión de ese sábado les comenté a mis compañeros de esa lista. Salvo por un medicamento que todavía tomo porque de verdad lo necesita mi organismo, los demás los dejé hace mucho tiempo. Ese día hablamos de lo importante que es convertir el Programa en un modo de vida y no solo usarlo para salir de crisis fortuitas. Eso es lo que me ha ayudado a abandonar apegos y los correspondientes temores que de ellos se derivaban y que trataba de superar con químicos, que en mi caso eran innecesarios. Un médico me aseguraba que había encontrado la fórmula perfecta usando diversos fármacos, para curar los trastornos emocionales. A mí no me funcionó. Ocupaba cambiar de mentalidad y en ese entonces fue cuando me encontré con Al-Anon. Las cosas fueron mejorando de una manera proporcional a mi esfuerzo y constancia de seguir los Principios.

Quiero conservar esa lista para recordar que las cosas mejoran cuando trabajo de la mano del Dios de mi entendimiento y de Al-Anon. Si pertenezco a ese equipo y me comprometo con él, siempre habrá esperanza.
 
C.G.

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