jueves, 15 de enero de 2015

Hice lo mejor que pude

El mundo moderno está lleno de maravillas. Por ejemplo pienso en los grandes avances en la medicina. Tenemos a nuestro alcance medicamentos para aliviar malestares o curar enfermedades que en otra época hubieran sido mortales. Leía que en la antigüedad los asirios creían que lo que provocaba el dolor de muelas era un gusano al cual había que sacar de la encía por medio de un conjuro. Actualmente tenemos analgésicos y odontólogos que sí resultan eficaces.

En ocasiones cada vez menos frecuentes quiero frustrarme pensando en lo mejor que habría sido mi vida si hubiera conocido y practicado el programa antes. Me hubiera ahorrado tantas heridas y no hubiera herido a tantos. Pienso que todo en general todo hubiera estado mejor. El programa de Doce Pasos debió funcionar tan bien en ese entonces como me funciona hoy.   Son muchos los "hubiera" que puedo plantearme. El pasado se ha ido y no puedo cambiarlo. Corto la frustración que me va llevando lentamente a la culpabilidad y me dirijo a mi Poder Superior para darle las gracias por haber encontrado esta nueva forma de vivir. Lo que cuenta es que encontré el programa y lo que haga de ahora en adelante.

 Ya no tengo justificación para elegir un camino errado. Si detecto que me he equivocado lo que sigue es aceptar y corregir. Lo que sucedió, por más que lo lamente, ya pasó. Recuerdo mi penoso estado emocional en aquella época ¿Qué se podía esperar de mí? Esa comprensión hacia mí mismo me hace comprender a los que les guardé resentimiento, ¿no estaban ellos también enfermos o tal vez solo actuaban de la única manera que conocían? Meditar sobre esto transforma mi fastidio en compasión dirigida en particular a los que todavía no ven mejores alternativas para hacer las cosas. Yo sí las veo y estoy muy agradecido porque eso me posibilita conducir mi vida hacia un destino mejor.
C.G.
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Le sugiero dejar su comentario usando la opción Anónimo