Solo por... ¿Hoy?

Si no vivo un día a la vez, viviré una vida al revés. Me ha costado vivir el presente. Ingresé al programa por mis problemas de ansiedad, los que me llevaron a seguir un tratamiento médico desde muy joven. Empecé a anticipar catástrofes. Vivía creando escenarios lúgubres. Poquísimos de esos escenarios se hicieron realidad y no fueron tan graves. Más bien me ayudaron a crecer, por ejemplo, mostrándome el camino al programa. 

Nuestra literatura dice que es típico en los que hemos sido afectados por el alcoholismo, anticipar la próxima desgracia. Y es que, y me imagino que estarán de acuerdo conmigo, un hogar alcohólico es una caja de sorpresas bastante desagradables. Vivir en un terreno tan inestable produce mucha inseguridad. Desarrollé una enfermiza e inútil necesidad de controlarlo todo, precisamente para evitar que apareciera una sorpresa que me alterara. También desarrollé muy poca capacidad para adaptarme a los cambios, porque implicaba enfrentarme a lo desconocido y la zozobra me causaba gran angustia. 

 He ido superando el pasado, por lo menos recordarlo no me produce dolor. El futuro ahora procuro verlo con serenidad y no como una amenaza. Los Pasos me han ayudado a poner los pies en la tierra y darme cuenta de que se vale ver hacia el pasado y hacia el futuro, pero no comprometerse emocionalmente con ninguno de los dos. 

 El pasado ahora es mi maestro y el futuro es una hermosa posibilidad, pero mi área de trabajo es el AHORA.

 C.G.