El alcoholismo causa estragos pero el Programa propicia
grandes milagros. No hay más que ir a una reunión de Al-Anon para darse cuenta
de que no hay problema insuperable con la ayuda de un Poder Superior y si se
utilizan los principios espirituales.
Parece imposible creer esto cuando
contemplamos el panorama desolador de nuestra vida. Esa misma falta de
esperanza nos mantiene en una inercia que nos impide hacer el cambio de rumbo
necesario para mejorar las cosas. Nos embarga un conformismo que nos hace
resignarnos a nuestra "mala suerte". De esa manera se perpetúan los
efectos del alcoholismo y nuestra neurosis sigue agudizándose.
Es muy alentador
saber que no importa lo grave que sea nuestra situación, es posible salir
avante. Las experiencias que se comparten en el grupo así como las tantas que
nutren nuestra literatura, son pruebas fehacientes de que hay solución.
El camino
a la recuperación está ahí esperando a que nos decidamos a recorrerlo. Nos va a
llevar a lugares donde no nos imaginábamos que llegaríamos, aunque nos pedirá
hacer cosas que nunca habíamos hecho antes. Después de vivir tanto tiempo
paralizados por el miedo esa condición suena atemorizante, pero la sanidad
viene de la mano con el cambio. Bien vale el riesgo. El miedo quedará atrás y
ante nuestros ojos se extenderá un amplio horizonte de nuevas y maravillosas
posibilidades.
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