viernes, 9 de enero de 2015

Redimido del dolor de la infancia



No creo que nadie pueda resultar tan dañado emocionalmente por el alcoholismo como un niño criado en un hogar alcohólico. La mayoría de las heridas que he sufrido provienen de mi infancia vivida en un hogar así. Era una etapa donde mi mente estaba muy abierta al aprendizaje y en la que era más susceptible.  En una familia llena de graves problemas era imposible que no saliera sin un rasguño. Esas heridas me continuaron molestando por muchos años. Me llegaban oleadas de dolor y resentimiento. Mi comportamiento en general no podía calificarse de normal. Adopté el aislamiento como una forma de defensa casi permanente, cosa que limitó mucho mis habilidades sociales. La gente identificaba esa disfunción como buena conducta. Era común recibir cumplidos por ser tan bien portado. Ahogándome en mi prisión sin barrotes sentía envidia de la gente normal. Parecía que la pasaban tan bien. Debía ser hermoso relacionarse con los demás sin sentir un temor a intimar. Detrás de cada persona veía el peligro de un repentino y severo rechazo. La tensión me robaba la naturalidad para relacionarme ¿Cómo sería compartir con los demás serenamente?
 
El Segundo Paso plantea indirectamente una realidad: en algún lado perdí el sano juicio. Al mismo tiempo nos da la esperanza de que este puede ser recuperado. En mi paso por los grupos he escuchado historias tan demoledoras que, si no conociera el final, pensaría que no podrían terminar bien. Se supone que lo que mal empieza mal termina. Eso podría ser cierto si no fuera por el hecho de que podemos cambiar. La restauración del sano juicio cierra las viejas heridas y va cambiando nuestro destino. No tenemos que encaminarnos irremediablemente hacia la desdicha. Hay mejores metas esperando que las alcancemos.

 "No importa lo sucio que esté, siempre se puede limpiar" decían en una película. Eso me hizo pensar en mí. Con todo y lo irreparable que parecía, mi sano juicio se ha ido siendo restaurado. Mi nueva forma de pensar me ha permitido hacer grandes avances con respecto a mi manera de vivir anterior. No niego que a veces llega la tentación de considerar insuficiente el progreso alcanzado. Pero luego recuerdo que debo alegrarme y agradecer por lo que he obtenido, y que el Segundo Paso me da la esperanza que el sano juicio seguirá creciendo de la mano del Dios de mi entendimiento como consecuencia de sujetarme a sus designios.

C.G.

7 comentarios:

  1. Cuan identificada me siento con esas palabras, que bien descrita mi infancia en un hogar alcoholico y disfuncional y con una madre narcisista.
    Para sanar he tomado distancia fisica con mis padres. No contacto. No pude soportarlo mas. Yo no tenia vida, era una extension de la suya. Me siento libre, aunque todavia pesa mucho la culpa.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. La reconciliación no siempre es posible ni recomendable. El perdón si lo es. La reconciliación implica cambios en ambas partes. Si no se pueden hacer entonces lo razonable es mantenerse a distancia. Yo trato de lograr ambas cosas. Es lo mejor. Sin embargo si hay que excluir la reconciliación lo hago sin sentir culpabilidad. Perdonar es suficiente.

      Borrar
  2. Cuando leo vuestros comentarios dudo de si Al-Anon es o no es una buena opcion para mi sanación. Hay familiares alcoholicos que son buenas personas y han dado mucho cariño estando sobrias. Pero no es mi caso. Yo fui una niña maltratada por mis padres y abandonada emocionalmente. Cuando os oido hablar del perdon y la compasion hacia vuestros alcoholicos yo me siento mal. No creo que pueda tener compasion por ellos, ni pienso en el perdon como opcion para sanar al menos de momento. Tengo dos hijos maravillosos y lejos de sentir compasion por mis padres, lo que crei conveniente fue alejar a mis hijos de ellos, para que no vivan lo que yo vivi. Lucho cada dia por no transmitir mis patrones enfermos y lo mal que yo me he adaptado a la vida, a las relaciones con otras personas, y lucho por su felicidad y la mia.
    Yo le explique a ellos como me sentia, sin reproches, todo el daño que me habian hecho, pero no entendieron nada. Dicen que solo digo bobadas y tonterias, y me culpabilizan a mi. Esto es muy duro.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. El proceso de perdón puede resultar complicado donde el daño ha sido mucho. No hay que sentir culpa porque es natural que nos duela. Perdonar no significa liberar de responsabilidades al que nos causó daño, ni minimizar lo sucedido, ni olvidarlo, ni necesariamente implica reconciliación. Es recordar sin dolor. Si el dolor me tiene preso la respuesta es el perdón. La mejor manera de conocer cómo Al-Anon trabaja es ir a una reunión. En la oficina de servicios generales de tu país te pueden dar más detalles.

      Borrar
  3. Ya encontre un telefono en mi zona. Muchas gracias.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Al-Anon es fuente esperanza y fortaleza. Espero que te animes a asistir a una reunión, te guste lo que encuentre en ella y que te sea de gran beneficio.

      Borrar
  4. Este paso numero 2 es realmente maravilloso yo conocí a mi poder superior asistiendo a Alanon y adquiriendo, literatura y haciendo servicio.. Hoy puedo decir que Alanon me devolvió mi sano juicio con la ayuda de mi Poder superior

    ResponderBorrar

Le sugiero dejar su comentario usando la opción Anónimo