Mucha gente manifestó abiertamente su poca confianza en mí, al punto que yo mismo también desconfiaba de mis habilidades. No puedo culparlos porque era demasiado inseguro desde mi niñez. Para el asombro de los escépticos, con el tiempo demostré poseer una serie de talentos que parecían no pertenecer a una persona tan "inútil". Las situaciones me fueron forzando a explotar la mina de virtudes y habilidades que estaban en mi esencia y que esperaban a ser encontradas. Y debe haber más allí. La frase "la presión hace diamantes" la había escuchado varias veces, aunque me parecía solo una bonita pero falsa motivación para mantener alta la moral de los que se encontraban en medio de la lucha. Pero la vida se encargó de demostrarme la validez de esa frase haciéndome vivir momentos complicados que ahora recuerdo con cariño, porque me ayudaron a saber quién era en verdad y de qué estaba hecho.
Obtuve fuerzas de no sé qué lugar —ahora sé que venían de mi Poder Superior— que me llevaron hacia donde nunca me imaginé estar. Me siento afortunado por haber pasado ese proceso, lo cual me dio unas bases fuertes para sostenerme en las tribulaciones y que sacó lo mejor de mí.
Lo lamento por los que no han tenido la misma oportunidad y cuyas vidas tan fáciles los han vuelto débiles emocionalmente, y se hunden en la frustración porque sus caprichos no se ven satisfechos. Las dificultades son una oportunidad para crecer si así lo decido.
C.G.
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