lunes, 26 de enero de 2015

Soy un ser espiritual

Para sanarme necesitaba primero saber quién era. Si no me conocía no era posible detectar aquellas áreas que debía corregir y aquellas en las que estaba bien y podía mejorar. Cuando se me preguntaba quién era, normalmente me definía en función de cosas externas como posesiones, conocimientos, títulos, profesión, etc. Una definición de mí mismo basado en criterios tan superficiales no era suficiente. Necesita hacer también inventario de mis principios y valores, es decir, de mi parte espiritual.

Al-Anon me ofreció una visión integral del ser humano que fue la que usé para descubrirme. Soy un ser dotado de una esencia que me impulsa a vivir en armonía, a hacer lo correcto. Mi razón de ser es vivir según los dictados de esa esencia, unos principios cuya práctica son los que me llevan a ser feliz y tener un contacto con un Poder Superior que es la fuente suprema del Bien y por lo tanto del equilibrio que tanto necesitaba mi vida.

 El fracaso o éxito de mi vida lo mido en función del cumplimiento de esos principios. Si mi vida esta avocada a la práctica del Bien entonces es exitosa y me sentiré gozoso. Si no, es un fracaso y es urgente hacer cambios antes de que se vaya degenerando, me atrape la amargura y vuelva caer al pozo del que salí. 

 C.G.

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